Fuimos seis, el número perfecto. El Pote me llamó a media mañana para avisar que no vendría. Juanca, que sigue atrapado por laburo tras laburo, también me llamó, se le había complicado.
Así que con Alberto el Triste, Antonio el Joven, Beto, Diego el Almirante, Freddy y el cronista fuimos seis.
Por supuesto hablamos de los ausentes.
Del Chus leí un mail que decía: "Estoy muy bien tratándome sin dolor alguno". Te extrañamos, tocayo, ojalá sigas bien.
A Ovidio lo extrañamos un montón, ese problema en la columna tarda en desaparecer. Mejorate pronto, los almuerzos te añoran. Por favor, mejorate pronto, o tendremos que hacer los almuerzos en tu casa.
Del Funcionario se nos empieza a borrar la cara. Por suerte no hablamos de política, que se nos iban a llenar de lágrimas las empanadas.
Atilio fue uno de los que avisó que no estaría. Trabajás demasiado, amigo.
Octavio no apareció en miércoles, mucho menos va a aparecer en lunes. Ojalá te veamos algún jueves de este año en alguna fiesta de tu marca y sello.
Monseñor Delfino ha dejado de concurrir a estas ceremonias, pero no perdemos las esperanzas de que un día aparezca y nos dé sus bendiciones.
De Funes el Memorioso no tuve respuesta ni noticias, debe estar en esos campos que visita bien seguido.
Con Martín Romero tenemos un misterio todavía no descifrado. De habitué leal y puntual ha pasado a ser un desaparecido total. Nadie logra explicar qué sucedió.
Extrañamos a todos, también japoneses, pampeanos, lindos y benjamines, y no me olvido del Joe.
Beto había venido con parche en la frente, como ven en las fotos. "Tuve un carcinoma", aclaró, "pero también tuve otras cosas". Cosas que lo tuvieron internado por unos cuantos días. "Y no avisaste nada", lo retamos. Las otras dos cosas que tuvo fueron la bronco neumonía y la Amnesia Global Transitoria. Sí, leyeron bien, Amnesia Global Transitoria.
Salió de su casa no sabe bien adónde, ni tiene idea de qué hizo durante esas dos horas. Sólo recuerda a partir del momento en que Adriana lo encontró tirado en el sillón del living de su casa, donde nunca jamás antes se había tirado. La mujer le hizo un par de preguntas. Él estaba en alguna nube. "Vamos al sanatorio ya, es un ACV", dijo Adriana. En el sanatorio lo volvieron loco con mil exámenes, incluyendo las preguntas más infantiles, "¿Cómo se llama?". Cuando terminaron el médico vino y dijo: "No es un ACV, usted tiene Amnesia Global Transitoria". Se internó por el el problema de la bronco neumonía, aclaró.
Yo, que tuve un padre médico, aprendí a detectar cuando mi viejo no tenía ni idea de cuál era el diagnóstico para un paciente. El decía: "Es un virus". Este diagnóstico de Amnesia Glogal Transitoria me hizo recordarlo.
"Podés violar, robar, matar y no tenés la más puta idea de lo que hiciste", contaba Beto. "Artículo 41 del Código Penal, no comprender la criminalidad del acto", recitó con sabiduría letrada el Almirante. "Lo he escuchado de boca de un abogado para defender a un asesino", acotó el Joven Young.
Alberto C sigue triste, más que nunca. "Estoy con la depre, pero seria". El psicólogo lo mandó al psiquiatra, aclaró. Yo conté de una depresión que tuve, hace ya treinta años, por algún problema de laburo. No podía comer ni dormir. El médico de Omint llegó a casa y dijo: "Tome esta pastilla para poder dormir". Nada. Al día siguiente vino de nuevo: "Esta pastilla la toma acostado, porque es peligroso que la tome levantado, se cae dormido en el acto". Se fue. Nada. No lo llamé más. Seguí en las últimas. Hasta que un día me visitó Federico, mi hermano, que vino con un amigo, que no tengo idea quién era, y que fue quien me dijo: "Tomate un Lexotanil y se te pasa". Creo que me hipnotizó. Conseguí el Lexotanil y Colorín Colorado, se me pasó la depre y en pocos días, típico, creo que entré en la euforia. Así ocurre siempre, amigo Alberto, ya te va a llegar tu hipnotizador, tu Lexotanil y tu euforia pos depre, paciencia.
Amadeo habló largo y tendido y Antonio estuvo más silencioso que otras veces. "Tus cuentos son muy largos", le dijo casi de entrada y sorpresivamente Beto al Joven, quien se ofendió bastante por la injusta acusación. Durante el largo y entretenido relato del amnésico estaba muy tentado de decirle: "Tus cuentos son muy largos". Pero pudo contenerse.
Otro triste de la mesa era Diego. Vendió hace poco, vendieron con su hermano, su adorada Ascochinga. Supongo que se trata de una Tristeza Global Transitoria.
"Hay unas pastillas que te mejoran todo absolutamente", dijo el Relator del Día, o sea Beto. "¿Cómo se llaman?", preguntamos varios a coro. "Boludol", contestó con seguridad Odol. Insistimos en saber el nombre del remedio. "Boludol", volvió a contestar. Freddy intentó ayudar y sopló "Forte". "¿Es Forte?", le preguntamos esperanzados. "¿Cómo quieren que me acuerde si vengo de una Amnesia Global Transitoria?". Por lo visto Boludol te mejora casi todo, no la memoria.
Nos divertimos como pocas veces. No hay caso, seis es el número perfecto.
Joven Young: no te desanimes con el comentario que recibiste. Tus cuentos son divertidos, aunque sean largos. Ayer fuiste superado ampliamente por el Relator del Día.
Gracias Beto, lo tuyo fue un show que todos disfrutamos.
Un abrazo a todos.
Hernán
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