Hola Champa 1960,
Club Argentino de Pelota Córdoba 1148 |
Por unas cuantas cosas, obligaciones, hobbies o pavadas que llenan mi vida por estos días, fui postergando el tema. Pero cada tanto aparecía en mi cabeza... Tatovimo@gmail.com... se la prometí... Tatovimo@gmail.com... se la prometí... y aquí estoy.
Otra cosa a comentar antes de comenzar con la crónica es que le pedí a Diego que me escribiera unas líneas, las que voy a intercalar en el texto para darle más relieve. Muchas gracias Diego por tu aporte.
La comida en el Club de Pelota a la que fuimos Diego, Freddy, Juanca y yo, estuvo fuera de serie. Por el lugar, por el clima, por lo divertido, por las anécdotas, por el descubrimiento de la joya que es ese edificio, por el deslumbramiento que nos causó a la salida el Teatro Cervantes iluminado, una maravilla que nos dejó atónitos.
En total fuimos 15, allí va la lista (como en el colegio, en orden alfabético de apellidos): Miguel Amaya, Horacio Barilatti, Fernando Braceras, Carlos Brave, Adolfo Casabal, Alfredo Casares, Alejandro Duhart, Hernán Huergo, Juan Carlos Laurens, Raúl Lorenzo, Diego Martínez Estrada, Julio Novillo, Carlos Pourtalé, Eduardo Vila Moret, Federico Zavaleta.
Llegamos con Diego a las nueve en punto clavadas y tuvimos los primeros encuentros allí en el umbral de este edificio extraordinario. La noche era mojada y no muy fría y nos saludábamos allí, delante de la puerta de madera magnífica del Club, a veces sabiendo a quien y a veces sin saber a quien. A veces sin siquiera recordar el apellido al escucharlo, como me pasó con Alejandro Duhart.
Diego: La noche del Club de Pelota con los del B de la Promoción 60 del Colegio Champagnat, fue una noche de lluvia intensa. Llegamos con Hernán al misterioso y antiguo edificio de la Avenida Córdoba donde inicialmente no parecía haber nadie.
Después fue entrar y llegar al salón de la comida, espectacular, más abajo tienen un video con las fotos que le saqué. Además de la soberbia mesa preparada para la comida había una suerte de antesala con una mesa y sillones rodeándola para el cocktail previo, vino incluido como opción a las gaseosas, con papas fritas y otros entremeses.
Diego: Subimos la escalera al primer piso y antes de llegar sentimos el rumor de una cansinas voces que intercambiaban experiencias sobre asuntos referidos a enfermedades y achaques clásicos de la tercera edad. Reconocí inmediatamente al líder del grupo B, el siempre atento y bien conservado Adolfo Casabal que con su reconocida simpatía y amabilidad cambió en segundos la lúgubre impresión inicial. Reconocí de inmediato otros pocos del B, entre ellos Pourtalé, y Casares Sojo (el primo de nuestro esquivo Antonio Delfino).
Adolfo Casabal y Carlos Brave, los anfitriones organizadores, lucían felices y elegantes, con camisas que no necesitaban de corbatas para ser protagónicas. Digo esto, porque me llamaron la atención los cuatro Champa 60B que fueron de traje y corbata. Como si fuera un casamiento, o aquellas fiestas de sábado a la noche a las que íbamos hace bastante más de medio siglo. Cuatro corbatas del B, las pueden ver en las fotos, todas bien competitivas.
Nosotros teníamos nuestra cuota de traje y corbata, Diego Martínez Estrada. Pero no como el cumplimiento de un ritual o protocolo, sino por la investidura del personaje, venía de ejercer su función de reelegido vocal de la nueva Comisión Directiva del Jockey Club.
Diego: Nos llamó la atención la extrema elegancia de Vila Moret, quien se distinguía con su fina estampa claramente en su grupo. Estaba también el siempre amable Braceras, cuñado de nuestro inolvidable Foca, entre otros. Luego de unas copas nos sentamos es la imponente mesa en ese caserón como si estuviéramos a kilómetros de Buenos Aires disfrutando la magia de una noche de reencuentro con personas que compartieron aquellos años en el viejo Champagnat de la calle Montevideo 1050.
A la hora de premiar al niño Champa 60 mejor vestido de la noche no dudo en elegir a Tatovimo entre los cinco corbateados. Creo que el mismo Horacio Barilatti, segundo puesto, debió reconocer que esta vez había sido superado por Tato. Imagino que nuestros reencontrados amigos del Champa 60B juegan una competencia cada año en estas comidas para lograr el premio del mejor trajeado y vestido.
Unos y otros hablamos de los amigos perdidos, como Foca y el Ovidio, tan queridos. Unos y otros recordamos viejas anécdotas de aquellos años compartidos.
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Hace pocos días, el 30 de mayo, tuvimos una pérdida más que lamentar. Nuestro querido Hernán "Chus" Duverges, el cáncer a la garganta le arruinó los últimos años. Sus últimas semanas fueron de gran sufrimiento. Terminó su vida en su casa, atendido por Inés, las hijas Magda y Dolores y las enfermeras hasta el último suspiro. Dios lo tenga en su gloria.
Impresionante el Club de Pelota. Hice un recorrido por el piso con el mozo atento haciendo de guía y también sacando alguna foto. Realmente una maravilla el edificio. Allí van las imágenes.
Nos fuimos once y media de la noche, que seguía fría, menos mojada. Con Diego y Juanca miramos atónitos el espectáculo justo frente nuestro, el Teatro Cervantes iluminado, ¡espectacular! Saqué algunas fotos.
Diego: Buena noche! Nos volvimos rodeando el teatro Cervantes, admirando su restauración reciente, que lo hacía lucir imponente con sus nuevas luces que se reflejaban en el mojado asfalto de la esquina.
Diego: Buena noche! Nos volvimos rodeando el teatro Cervantes, admirando su restauración reciente, que lo hacía lucir imponente con sus nuevas luces que se reflejaban en el mojado asfalto de la esquina.
Diego: Muy buena la idea de juntarnos, después de toda una vida en donde cada uno enfrentó su destino como pudo cuando salimos al mar abierto de la vida a ganarnos un espacio, a armar familias y destinos laborales muy distintos. En esta etapa es muy grato ver esas viejas caras y evocar aquellos años que jamás se olvidan. Sería bueno volver a vernos todos los años ya que hay que achicar la mesa cada año.
Adolfo Casabal: Realmente la comida estuvo lindísima con estricto cumplimiento de quienes se comprometieron a ir, a pesar del día tan feo. El único que no pudo llegar, Jeffy [Fagalde], fue porque se le rompió el auto en el Tigre. Sólo espero que cada vez seamos más los comensales.
Gracias por la invitación, Champa 60B! Un placer fuera de serie!
Un abrazo a todos los Champa 1960!
Adolfo Casabal: Realmente la comida estuvo lindísima con estricto cumplimiento de quienes se comprometieron a ir, a pesar del día tan feo. El único que no pudo llegar, Jeffy [Fagalde], fue porque se le rompió el auto en el Tigre. Sólo espero que cada vez seamos más los comensales.
Gracias por la invitación, Champa 60B! Un placer fuera de serie!
Un abrazo a todos los Champa 1960!
Hernán Huergo
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